La comunicación entre el jinete y el caballo para todo tipo de actividades ecuestres, ya sea en actividades deportivas o en rutas ecuestres, es básica.

Durante el proceso de doma se le enseña al caballo a reaccionar ante determinadas señales del jinete, bien sea por voz, con las piernas o con las riendas.

Definición de embocadura

La embocadura es una de las herramientas más importantes que tenemos para comunicarnos con el caballo y transmitirle mensajes y directrices cuando estamos montados.

Se entiende como «embocadura» a una herramienta metálica (o de otro material) que se introduce en el interior de la boca del caballo.

La elección de una buena embocadura es básica para que nuestro animal se encuentre relajado a la hora de trabajar y será mucho más fácil para nosotros transmitirle y pedirle a nuestro compañero lo que queremos en cada ejercicio.

Lo ideal es encontrar aquella con la que el caballo se sienta realmente cómodo y entienda bien las señales que el jinete le manda.

Como jinetes debemos elegir la embocadura ideal para nuestro caballo.

“Una embocadura inadecuada puede ser el punto de partida de problemas físicos»

Algunos de los síntomas que puede mostrar el caballo si la embocadura no es la correcta son encapotarse, sacudir la cabeza o desbocarse.

Hay dos aspectos básicos que debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar la embocadura:

  • La anatomía de la boca del caballo.
  • El nivel o etapa de entrenamiento en que se encuentra.

Pero eso no es todo, también es importante que el caballo esté relajado y sin problemas de conducta. El entrenador o jinete debe hacer un buen uso de esta herramienta.

¿Y qué acciones podemos conseguir gracias a un buen uso de la embocadura y de qué forma?

El jinete debe conseguir que el caballo realice acciones como parar, dar el paso atrás, disminuir la velocidad tanto si va al paso, al trote o al galope. Y, por último, girar su espalda hacia un lado y otro.

Para conseguir, por ejemplo, que el caballo pare, el jinete realiza una presión sobre la boca a través de las riendas. Cuando el caballo se detiene, le liberará de esa presión y así entenderá que lo ha realizado bien.

Es importante liberar la presión cuando el caballo realice la acción requerida, sino le confundiremos y no sabrá vincular el gesto o presión con la acción deseada.

Clases de embocaduras

Podemos hablar de dos categorías de embocaduras, que a su vez presentan distintas variedades y formas:

  • Los filetes (“snaffle”) llamados también Bridon.
  • Los frenos o bocado (“curb”), que usan un sistema de palanca.

El filete se utiliza en los niveles preliminares del adiestramiento para posteriormente introducir el bocado que servirá para afinar y reforzar las ayudas en movimientos más avanzados.

Mientras el filete actúa en dos puntos, lengua y comisura de los labios, en el bocado actúa en cuatro puntos: lengua, comisura de los labios, quijada y paladar.

El filete es una herramienta de acción directa y la presión que se ejerce es directamente proporcional a la fuerza con la que se tira de las riendas.

Existen diferentes tipos de filete, que veremos más adelante, pero lo que quiero ahora resaltar que todos tienen dos elementos básicos, que son las anillas donde se atarán las riendas, y el cañón, que es una barra fija o articulada que se coloca dentro de la boca del caballo.

Veamos en estas ilustraciones dos ejemplos de filetes, el de anillas, y el de palillos:

Filete de anillas

Filete de palillos

En cambio, el freno tiene dos partes que el filete no presenta, y consisten en las “patas” y el “asidero”, que ejercen una acción de palanca, multiplicando la fuerza que se aplica al tirar de las riendas.

Básicamente la diferencia entre filete y freno es que éste último tiene las patas, que hacen un efecto de palanca, por lo tanto, la presión que ejerce sobre la boca es mayor.

Veamos una imagen de dos tipos de bocado, el de doma y el Pelham:

Bocado de doma

Bocado Pelham

Como puedes observar, el bocado o freno se utiliza con una cadenilla. Actúa en las barras (asiento) de la boca y la palanca se ejerce a través de las patas del bocado y la cadenilla, el bocado tiene una acción más dura.

Si nos fijamos en las imágenes veremos que en la parte superior está el asidero, que es el aro donde se engancha la cabezada mientras que en la anilla de la parte inferior se colocan las riendas.

Características de las embocaduras

La talla

Para un correcto ajuste, en cada lateral de la boca deben sobresalir de 3 a 5 milímetros para evitar un exceso de presión en las comisuras y laterales.

Si es demasiado pequeño, el filete pellizcará la boca. Y si es demasiado grande puede herir el paladar del caballo por la extrema soltura en embocaduras articuladas.

El ancho varía de acuerdo al tamaño de la boca del caballo.

A la hora de regular los montantes, la altura ideal se consigue al crear dos pliegues sutiles en las comisuras de los labios con la boca cerrada y un pliegue cuando el caballo abre la boca.

Para calcular la longitud de un filete mediremos la zona útil de los cañones, que es la parte que está en el interior de la boca del caballo.

  • 100 – 105 mm: Shetland o ponis pequeños
  • 11 – 11,5 cm: ponis y caballos de menos de 60cm a la cruz
  • 12 – 12,5 cm: medida estándar o ponis de cabeza grande
  • 13 – 13,5 cm: caballos grandes
  • 14 – 14,5 cm: caballos de cabeza grande o filetes para usar con bocado
  • 15 – 15,5 cm: medida extra grande (casos muy especiales)

El grosor del cañon

Como hemos comentado antes, el cañón es la parte que está dentro de la boca del caballo.

El grosor que debemos seleccionar dependerá del tipo de boca que tiene cada caballo, el tipo de disciplina y la acción de la mano del jinete, a través de la rienda.

Un cañón grueso actúa de manera más suave y un cañón fino de manera más dura.

El grosor de los cañones aumenta de 2mm en 2mm:

  • Finos: de 8 mm a 14mm
  • Medianos: entre 14mm y 18mm
  • Gruesos: de 18mm a 24mm

Material de composición

El material con el que se fabrican las embocaduras mejora la aceptación del filete promoviendo la salivación y movimiento de mandíbulas además de terminar de ofrecer un ajuste perfecto a la personalidad de cada caballo.
Los filetes pueden estar compuestos de diferentes materiales, los cuales harán un impacto en la boca del caballo dependiendo de qué material sea.
Podemos clasificarlos en clásicos, combinados o técnicos.
Dentro de los materiales clásicos tenemos:

  • Acero inoxidable: son muy duraderos, y evitan la oxidación. Metal frío, para bocas duras o expertas. Garantía de durabilidad.
  • Cobre dulce: estas dos materias se oxidan un poco, pero en algunos caballos provoca un efecto de relajación y aceptan mucho mejor el contacto. Promueve la masticación y salivación, siendo ideal en bocas sensibles y complicadas.

Las formas del bocado

La morfología y el diseño del bocado medirá el nivel y la localización de la presión con el contacto en la boca del caballo.
El bocado puede tener una curvatura en su parte central que actúa sobre el paladar y permite cierta libertad en la lengua.

  • No articulado: los cañones que no están partidos no tienen movilidad en el interior de la boca. Aportan confianza para apoyarse gracias a la estabilidad que ofrece. Actúa en las comisuras y barras y en ocasiones en la lengua.
  • Partido: única articulación central. Embocadura tradicional generalmente suave que actúa en barras, lengua y paladar. No recomendado en caballos de paladar blando, plano o estrecho ya que podría ocasionar incomodidad en esa área.
  • Doble partido: dos articulaciones. Gracias a la alta movilidad del freno ofrece un efecto más preciso que con únicamente una articulación ideal para caballos con cuello y mandíbula rígidas. Ofrece presión en la lengua y barras.
  • Con articulación múltiple: freno con muchas articulaciones llamado también «filete de bolas», común con ruedas o juguetes colgantes. Acción severa en barras y lengua ofreciendo un efecto «descontracturante» para caballos con rigidez y boca dura.

Bocados

Como elegir el freno para tu caballo

Son hierros que se introducen en la boca del caballo para su dirección y control. El Freno es una herramienta extremadamente fuerte por el efecto de palanca que tiene, por lo que hay que tener mucho cuidado de no lastimar la boca del caballo.

El Bocado del Freno se coloca sobre la lengua del caballo y se apoya en las barras o asiento de la boca del caballo que, como dijimos, es la parte de las encías sin dientes.

Los puntos en los que actúa sobre el caballo son: la Quijada, paladar, lengua y la comisura de los labios y en los asientos o barras de la boca.

Básicamente están compuestos de dos piezas laterales (patas o camas) unidas por un bocado central que es la pieza que entra en la boca. Lleva las siguientes piezas complementarias: ganchos para la cadenilla, cadenilla y argollas para la rienda.

El correcto ajuste de la cadenilla es muy importante para el buen funcionamiento del freno. Al tomar la rienda, la palanca debe entrar en acción cuando se encuentre a un ángulo de 45° en relación a la boca del caballo.

La mayoría de los frenos o bocados, independientemente del estilo que tengan o la disciplina para la que sean usados, tienen las mismas partes. Las patas del freno y el bocado, trabajado en conjunto provocan el efecto de palanca, y la proporción entre uno y otro es lo que determinará la fuerza de la misma.

Cuándo empezar a usar el bocado

Los frenos o bocados para caballos suelen utilizarse desde una fase muy temprana de la doma.

Primero se debe enseñar al caballo que respete la cabezada (jáquima de trabajo con tres anillas), luego pasar el mando al filete (mejor si inicialmente es un filete de palillos) y, por último, introducir el bocado para afinar las ayudas con un caballo de nivel avanzado.

Tipos de bocados

Los diseños pueden variar de acuerdo al tipo de equitación y a la región donde se la practique.

Los fabricantes de bocados han incluido algunos detalles que los diferencian tratando de dar, por un lado, mejor funcionalidad, y por otra mayor estética a la pieza.

1. Freno Pata Maravilla

2. Freno Pata Taurete

Conclusión

Quisiera finalizar el artículo con la reflexión del maestro equitador holandés Erik Herbermann:

“La mejor embocadura es un buen asiento, unas buenas manos y una profunda comprensión de los principios de la equitación, que no depende de modas ni de opiniones humanas, sino de la naturaleza del ejemplar.”

Debemos conseguir que nuestro caballo actúe relajado y liviano en la boca. Y gracias a los principios de la ciencia de las actividades ecuestres, junto a un buen asiento de su boca, jinete y caballo conseguirán entenderse de tal forma que con presiones leves por parte del jinete existirá una comprensión total.

Por ello es importante conocer cada una de las diferentes embocaduras, sus características y el uso para cada tipo de caballo.